Siguiendo con continuos guiños la famosa película sobre el anticristo, nos encontramos un Damien ya crecido, que se gana la vida como fotógrafo de guerra, y que es hasta buena persona.
Muere gente constantemente a su lado, pero eso del maligno no le acaba de tentar. Al espectador si, quiere que pase algo, ver una bestia del mal, pero los guionistas debían plantear la serie en 14 temporadas y lo que menos tenían era prisa. Es como hacer una serie sobre Atila y verle de granjero.
Cómo verán el tema, que hasta los secundarios que tienen que adorarle y seguirlo, van "dimitiendo" porque la estrella actúa como si no fuera con él.
Serie cancelada, como tantas otras, por falta de ambición. Se gastan todo el dinero en la entradilla, entiendo que en comprar los derechos, y se olvidan que hay que contar una historia que atraiga.
Hasta en algún momento debieron pensar que cuadraba como serie policíaca, y su ¿enemigo? es un policía plasta que le detiene de vez en cuando. Como tampoco sabemos que contar, pues al policía le "volvemos interesante" con pareja homosexual e hijo adoptado.
El protagonista, Bradley James, es conocido por su papel como Arturo en la serie para adolescentes Merlin.
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